Ramón A. Beras pasó décadas construyendo una exitosa carrera en medios antes de descubrir su verdadera vocación como autor. Creciendo como uno de once hijos en República Dominicana, aprendió temprano que la dignidad no depende de las circunstancias. Sus padres, Feliz María Beras e Isaura Dolores Rodríguez, ambos ahora fallecidos, inculcaron valores que resultarían esenciales durante futuras pruebas.

La persecución política durante la administración del Presidente Joaquín Balaguer obligó al joven Ramón de dieciséis años a huir a Venezuela. Allí encontró su voz en la radiodifusión y lanzó su primer programa radial. Su carrera floreció después de inmigrar a Estados Unidos en 1984, donde produjo programación televisiva en Nueva York.

Al regresar a República Dominicana, se estableció en el periodismo, trabajando para importantes organizaciones de noticias y contribuyendo a publicaciones nacionales. Sus logros profesionales le dieron una plataforma y habilidades de comunicación que más tarde servirían un propósito muy diferente.

La muerte de su hija Sindia Mercedes cambió todo. Esta tragedia, en lugar de terminar con su fe, la profundizó de maneras que nunca esperó. Aprendió que la genuina creencia en Dios opera de manera diferente durante una crisis real que durante tiempos cómodos. Casado con Rebeca Pichardo, Ramón ahora usa su habilidad de escritura para ayudar a otros a entender cómo la fe nos sostiene cuando todo lo demás falla completamente.